jueves, 28 de agosto de 2008

Lectura pendiente para el miércoles

EL CORAZÓN DE LAS TINIEBLAS A LA MANERA DE DARWIN
Capítulo Darwin's Heart of Darkness de Peter Watson de su obra The Modern Mind.
Historia intelectual del siglo XX. Harper Collins. USA, 2001. pp. 11-26
En 1900 ocurrieron tres muertes importantes. John Ruskin murió demente el 20 de enero a la edad de 81. Fue el crítico más influyente de su época, tuvo un efecto importante sobre la arquitectura del siglo XIX, y en la obra Pintores Modernos, sobre la apreciación de la pintura de J.M. W. Turner, Ruskin
[1] desechó del industrialismo y sus efectos sobre la estética y defendió a los pre-rafaelistas (La hermandad de los pre-rafaelitas también conocidos como pre-rafaelistas, fue un grupo de pintores ingleses, poetas y críticos. El grupo fue fundado en 1848 por John Everett Millais, Dante Gabriel Rossetti y William Colman Hunt)–fue espléndidamente anacronista.
John Ruskin (1819 – 1900) se le conoce por su trabajo como crítico de arte y crítico social, pero se le recuerda mejor como autor, poeta y artista. Los ensayos de Ruskin sobre arte y arquitectura fueron muy influyentes en la época victoriana.

Oscar Wilde murió el 30 de noviembre a la edad de 44 años. Su arte y su ingenio, su campaña contra la estandarización de lo excéntrico, y sus esfuerzos 'para reemplazar una moralidad de severidad por una de compasión' le hizo parecer más moderno y más ignorado conforme avanzaba el siglo veinte. Con mucho, la muerte más significativa, y ciertamente más relevante para el tema de este libro, fue la de Friedrich Nietzsche, ocurrida el 25 de agosto, a la edad de 56. Él también murió demente.

Friedrich Wilhelm Nietzsche (1844 – 1900) fue un filósofo alemán. Su escritura abarcó crítica de la religión y de la moralidad, cultura contemporánea, filosofía y ciencia. Usó un estilo distintivo y mostraba una preferencia por el aforismo (el aforismo es la expresión de una verdad o una observación de sabiduría, hecha de manera ingeniosa); la influencia de Nietzsche permanece sustancial dentro y más allá de la filosofía, especialmente en el existencialismo y el postmodernismo.

No hay ninguna duda de que la figura de Nietzsche cobró mucha importancia sobre el pensamiento del siglo veinte. Heredero del pesimismo de Arthur Schpenhauer, Nietzsche le dio un giro postdarwinista, estimulando a su vez a algunas figuras posteriores como Oswald Spengler
[2], T.S. Eliot[3], Martin Heidegger[4], Jean-Paul Sartre[5], Herbert Marcuse[6] e inclusive Aleksandr Solzhenitsyn[7] y Michel Foucault[8]. A su muerte, Nietzsche estaba virtualmente convertido en un vegetal y había estado así por toda una década. El 3 de enero de 1889, cuando abandonaba su pensión en Turín, observó a un calesero golpear a un caballo en el Palazzo Carlo Alberto. Cuando se aproximaba a defender al caballo, Nietzsche repentinamente colapsó en la calle. Fue conducido a sus habitaciones por algunos testigos y comenzó a gritar y golpear las teclas de su piano donde poco antes había estado serenamente tocando algo de Wagner. Se le llamó al doctor quien diagnosticó 'degeneración mental'. Fue un veredicto irónico, como se verá.
Nietzsche sufría de la tercera fase de la sífilis. Para empezar Nietzsche sufría alucinaciones. Insistía en que él era el Kaiser y estaba convencido de que su encarcelamiento había sido ordenado por Bismarck
[9]. Estas alucinaciones se alternaban con etapas de ira incontrolable. Sin embargo, gradualmente la condición remitió y fue liberado para quedar bajo el cuidado de su madre y luego de su hermana, Elisabeth Förster-Nietzsche quien tomó un interés muy activo en la filosofía de su hermano. Ella había sido miembro del círculo de intelectuales que rodeaban a Wagner, se había casado con otro de los miembros del círculo, Bernard Förster, quien en 1887 había concebido un extraño plan para establecer una colonia de alemanes arios en Paraguay, cuya meta era la recolonización del Nuevo Mundo con 'pioneros nórdicos racialmente puros'. Este esquema utópico fracasó desastrosamente y Elisabeth regresó a Alemania (Bernard se suicidó). Ella, sin parecer más humilde por la experiencia sufrida, comenzó a promover la filosofía de su hermano. Obligó a su madre a cederle legalmente el control de sus asuntos y estableció un Archivo Nietzsche. Luego escribió una biografía elogiosa de dos tomos sobre su hermano y organizó su casa de tal modo que se convirtió en un adoratorio de su trabajo.[10] Al hacerlo, simplificó y distorsionó ampliamente las ideas de su hermano, evitando cualquier cosa que fuera políticamente incorrecta o muy controversial. Sin embargo, lo que quedó fue suficientemente controversial. La principal idea de Nietzsche fue que toda la historia era una lucha metafísica entre dos grupos, aquéllos que expresan el 'poder de voluntad', la fuerza vital necesaria para la creación de valores, en los cuales la civilización se fundamenta, y aquellos que no, principalmente las masas que produce la democracia.[11] 'Aquéllos pobres de la vida, los débiles', dijo, 'empobrecidos de cultura', donde los 'los afortunados de la vida, los fuertes la enriquecían'[12]. Toda civilización debe su existencia a 'hombres de honor que todavía están en posesión de una fuerza de voluntad inquebrantable y de un entusiasmo ávido de poder, [quienes ] se lanzaban contra razas más débiles, más civilizadas, más pacíficas… sobre culturas maduras antiguas cuya última vitalidad estaba entonces estallando en espléndidos juegos pirotécnicos de espíritu y corrupción'[13] Estos hombres de honor, que él llamaba 'arios', se convirtieron en la clase gobernante o casta. Además, esta 'noble casta era la eterna casta bárbara'. Simplemente porque eran los que tenían más vida, más energía, eran, decía él, 'seres humanos más completos' que los 'harto sofisticados' que debían ser vencidos. Estos nobles de gran energía, decía, 'creaban valores espontáneamente' para ellos mismos y la sociedad que les rodeaba. Esta fortalecida 'clase aristócrata' crea sus propias definiciones de lo que es correcto y de lo incorrecto, honor y deber, verdad y falsedad, belleza y fealdad, y los conquistadores imponían sus enfoques sobre los conquistados –esto es natural, dice Nietzsche. La moralidad, por otra parte, 'es la creación de la clase no privilegiada'.[14] Surge del resentimiento y se nutre de las virtudes de los borregos. Para Nietzsche, 'la moralidad niega la vida'[15] La civilización convencional, sofisticada –'el hombre occidental' era, pensaba, el resultado inevitable del final de la humanidad. Esta fue su famosa descripción de 'el último hombre'.[16]
La aceptación de los enfoques nietzscheanos se vio dificultada por el hecho de que muchos de ellos fueron producidos en la etapa cuando ya estaba enfermo, es decir, en las primeras etapas de la sífilis. Pero no hay duda de que su filosofía –dañada o no- ha sido extremadamente influyente, nada menos por el modo en que, para muchas personas, concuerda justamente con lo que Charles Darwin había dicho en su teoría de la evolución y publicado en 1859. El concepto nietzscheano de 'superhombre', el Übermensh, liderando sobre la clase baja, ciertamente tenía un parecido a la idea de evolución, la ley de la jungla, con la selección natural en operación como 'la supervivencia del más apto' por el bien de la humanidad, cualesquiera que sean sus efectos en ciertos individuos. Pero, por supuesto, la habilidad de conducir, de crear valores, de imponer la voluntad propia sobre otros, no es de por sí lo que la teoría evolucionista significa por 'el más apto'. Los más aptos eran aquellos que se reproducían más, que propagaban su propia especie. El darwinismo social, la clase en la que Nietzsche esencialmente cabía, con frecuencia cometía este error.
Luego de la publicación del libro de Darwin El origen de las especies, no pasó mucho tiempo antes de que sus ideas sobre biología se extendieran a las operaciones de las sociedades humanas. El darwinismo fue captado primero en los Estados Unidos (A Darwin se le hizo miembro honorario de la Sociedad Filosófica Norteamericana en 1869), diez años antes, su propia universidad, Cambridge, le dio el grado honorario.
[17] Científicos sociales norteamericanos como William Graham Sumner[18] y Thorsten Veblen[19] de Yale, Lester Ward[20] de Brown, John Dewey[21] de la Universidad de Chicago y William James, John Fiske[22] y otros en Harvard, debatían política, guerra y la división de las comunidades humanas en diferentes clases contra el telón de fondo teórico de 'la lucha por la supervivencia' y 'la supervivencia del más apto' de Darwin. Sumner creía que este nuevo enfoque darvinista para percibir a la sociedad, había dado la última explicación –y racionalización- para que el mundo fuera como era. Explicaba la economía laissez-faire[23], la competencia popular entre hombres de negocios, libre y sin obstáculos. Otros creían que ello explicaba la prevaleciente estructura imperial del mundo en la que las razas blancas 'más aptas' estaban colocadas 'naturalmente' sobre las razas 'degeneradas' de otro color. En un tema un poco diferente, el ritmo lento del cambio que implica la evolución, la cual ocurre a través de períodos geológicos, también le ofrecía a gente como Sumner una metáfora natural par el avance político: el cambio rápido inherente a las revoluciones se consideraba 'no natural'; el mundo era esencialmente del modo que era como resultado de las leyes naturales que habían creado el cambio sólo gradualmente.[24]



Charles Robert Darwin (1809- 1882), biólogo británico. Sentó las bases de la moderna teoría de la evolución, al plantear el concepto de evolución de las especies a través de un lento proceso de selección natural.

Fiske y Veblen, cuya Teoría de la Clase Ociosa se publicó en 1899, contradecían absolutamente la creencia de Sumner de que los pudientes debían ser equiparados con los más aptos biológicamente. Veblen, de hecho, volteó todo ese razonamiento diciendo que ese tipo de caracteres 'seleccionados para dominar' en el mundo de los negocios, eran casi unos bárbaros, un 'retroceso a una forma más primitiva de sociedad.
[25]

La Gran Bretaña, tenía, probablemente, el darwinista social más influyente en Herbert Spencer.
[26] Nacido en 1820 en una familia de clase media baja en Derby, Spencer había acumulado el odio de toda una vida hacia el poder estatal. En sus primeros años fue parte del equipo de El Economista, un periódico semanal que era fanáticamente pro-laissez-faire. También se vio influenciado por los científicos positivistas, en particular por Sir Charles Lyell, cuyo libro Principios de Geología, publicado en la década de 1830, entraba en mayores detalles sobre los fósiles que tenían millones de años de antigüedad. Spenser estaba entonces preparado para la teoría de Darwin que de un solo golpe parecía conectar formas de vida antiguas a formas tardías en una línea continua. De hecho, fue Spenser y no Darwin quien acuñó la frase 'la supervivencia del más apto,' y Spencer vio al momento cómo el darwinismo podría aplicarse a las sociedades humanas. Sus enfoques sobre esto eran inflexibles. En relación a los pobres, por ejemplo, estaba contra toda ayuda estatal. No era aptos, por lo tanto, deben ser eliminados; "El esfuerzo total de la naturaleza consiste en deshacerse de ellos, para limpiar al mundo de ellos, para hacer espacio para los mejores',[27] Explicaba sus teorías en su libro seminal El estudio de la sociología (1872-3), que tuvo un notable impacto en el ascenso de la sociología como disciplina (una base biológico le hizo parecer más científica). Es casi seguro que Spenser fue el darwinista social más leído, tan famoso en Estados Unidos como en Gran Bretaña.
Alemania tenía su propio Spenser en la figura de Erbst Haeckel (1834-1919). Un zoólogo de la Universidad de Jena, Haeckel tomo el darwinismo social como si fuera su segunda naturaleza. Se refería a la 'lucha' como 'el lema del día.'
[28]
Sin embargo, Haeckel fue un abogado apasionado del principio de herencia de características adquiridas y a diferencia de Spencer que favorecía un estado fortalecido. Fue esto, junto con su racismo belicoso y antisemitismo, lo que hace que la gente lo perciba como un proto-Nazi.[29] Por el contrario, Francia fue relativamente lenta en aceptar el darwinismo, pero cuando lo hizo, tuvo un seguidor apasionado. En su libro Orígenes del hombre y de las sociedades, Clemente August Royer abordó una fuerte línea del darwinismo social, considerando a los 'arios' como superior a otras razas y la lucha entre ellos es inevitable en interés de su progreso.[30] En Rusia, el anarquista Meter Kropotkin (1842-1921) publicó Ayuda Mutua en 1902, en el que tomó otra línea, él pensaba que aunque la competencia era indudablemente un hecho de la vida, también es la cooperación, que prevalecía en el reino animal por lo que constituye una ley natural. Como Veblen, presentaba un modelo alterno al spensariano, en el que la violencia se condenaba como algo anormal. El darwinismo social era, naturalmente, comparado con el marxismo y no solamente en la mente de los intelectuales rusos.[31] Ni Kart Marx ni Friedrich Engels veían algún conflicto entre los dos sistemas. Frente a la tumba de Marx, Engels dijo 'Así como Darwin descubrió la ley de desarrollo de la naturaleza orgánica, Marx descubrió la ley de desarrollo de la historia humana.'[32] Pero otros percibía un conflicto, el darwinismo estaba basado en una lucha perpetua; el marxismo quería alcanzar un momento en el que se pudiera alcanzar una nueva armonía.
Si uno tuviera que hacer un balance de los argumentos del darwinismo social al final del siglo, uno tendría que decir que el ardiente spenserianismo (que incluía a varios miembros de la familia Darwin, aunque no a Charles mismo), tenía la mejor parte de esa teoría. Esto ayuda a explicar los enfoques de racismo abierto que estaban entonces tan difundidos Por ejemplo, en las teorías del aristócrata francés el poeta Arthur de Gobineau (1816-1882), el cruce de razas era 'disgénico' y conducía al colapso de la civilización. Este razonamiento fue llevado a sus límites por otro francés, Georges Vacher de Lapougue (1854-1936). Lapougue, que estudiaba huesos antiguos, creá que las razas eran especies en proceso de formación, las diferencias raciales eran 'inherentes y no erradicables' y la idea de que las razas pudieran integrarse era contraria a las leyes de la biología.
[33] Para Lapougue, Europa estaba poblada por tres grupos raciales: el homo europaeus, altos, de piel pálida y de esqueleto alto (dolichocephalic); Homo alpinus, de menor tamaño y piel oscura, con cabeza de menor tamaño; y el tipo mediterráneo, de cabeza más grande también pero más oscuro y más pequeño que incluso el alpinus. Tales intentos de calibrar las diferencias raciales aparecería una y otra vez durante el siglo XX.[34] Lapougue, consideraba a la democracia como un desastre y creía que el brachycephalic (homo alpinus) estaba comenzando a dominar el mundo. Pensaba que la proporcion de dolichocephalic (homo europaeus) estaba disminuyendo en Europa, debido a la migración hacia Estados Unidos y sugería que se ofreciera alcohol gratis con la esperanza de que los tipos inferiores pudieran matarse unos a otros debido a este exceso. No estaba bromeando.[35]
En los países de habla alemana, un enjambre de científicos y pseudocientíficos, filósofos y pseudofilósofos, intelectuales y pretendidos intelectuales competían por aventajar uno sobre otro en la lucha por atención pública. Friedrich Ratzel, un zoólogo y geógrafo, decía que todos los organismos vivientes competían en una lucha Kampf um Raum, una lucha por espacio en el que los ganadores expulsaban a los perdedores. Esta lucha se extendía al ser humano y las razas exitosas tenían que extender su espacio vital, lebensraum, si querían evitar la caída.[36] Para Houston Stewart Chamberlain (1855-1927), el hijo rebelde de un admirante británico, que fue a Alemania a casarse con una hija de Wagner, la lucha racial era 'fundamental para la comprensión "científica" de la historia y de la cultura'[37] Chamberlain proyectaba la historia de occidente 'como un incesante conflicto entre los creadores espirituales y de la cultura; los arios y los judíos mercenarios y materialistas' (su primera esposa tenía herencia judía).[38] Para Chamberlain, las personas alemanas eran los últimos vestigios de la raza aria, pero habían llegado a debilitarse debido que se mezclaron con otras razas.
Max Nordau (1849-1923), nacido en Budapest, fue hijo de un rabino. Su libro mejor conocido fue Degeneración (Entartung) aparecido en dos volúmenes, que a pesar de ser un texto de 600 páginas fue un éxito internacional. Nordau estaba convencido de que Europa estaba afectada por un tipo de enfermedad de muerte negra, degeneración e histeria, una severa epidemia mental que agotaba la vitalidad, que se manifestaba en un amplio rango de síntomas:

[1]
[2] Oswald Arnold Gottfried Spengler (1880 –1936) fue un historiador y filósofo alemán cuyo interés también incluyó las matemáticas, la ciencia y el arte. Es mejor conocido por su libro El deterioro de occidente, en el que aporta la teoría cíclica del ascenso y decadencia de las civilizaciones. Después de la publicación, en 1918, de este texto, Spengler escribió Prusianismo y Socialismo en 1920 en el que argumenta a favor de una versión orgánica de socialismo y autoritarismo. Produjo mucha de su escritura durante la Primera Guerra Mundial y en el período de entre-guerra, y apoyó la hegemonía alemana en Europa. El partido Nacional Socialista mantuvo a Spengler como un intelectual precursor, pero el pesimismo del autor respecto al futuro de Alemania y Europa, su rechazo para apoyar las ideas nazis de superioridad racial y su trabajo Hora de decisión que critica a los nazis, le ganó el ostracismo después de 1933.
[3] Thomas Stearns Eliot, conocido como T. S. Eliot (1888 - 1965). Poeta, dramaturgo y crítico anglo-estadounidense, representa una de las cumbres de la poesía en lengua inglesa del siglo XX. En 1948 le fue concedido el Premio Nobel de Literatura.
[4] Martin Heidegger (1889 –1976) filósofo alemán muy influyente. Su trabajo más conocido es Ser y Tiempo (1927).
[5] Jean-Paul Charles Aymard Sartre (1905 –1980), conocido solamente como Jean-Paul Sartre fue un filósofo existencialista francés y realizó trabajos dramáticos y libretos para la pantalla, fue novelista y crítico y se le considera una figura importante en la filosofía francesa del siglo XX.
[6] Herbert Marcuse (1898 – 1979), filósofo y sociólogo alemán, una de las principales figuras de la Escuela de Frankfurt (bajo el rótulo de Escuela de Frankfurt se engloban las investigaciones de varios sociólogos, psicólogos, economistas y filósofos neo-marxistas asociados al Instituto de Investigaciones Sociales de la Universidad de Fráncfort del Meno. El proyecto del Instituto consistía en renovar la teoría marxista de la época)
[7] Aleksándr Isáyevich Solzhenítsyn (1918- ), novelista y dramaturgo ruso e historiador. A través de sus escritos dio a conocer al mundo el GULAG; sistema de campos de concentración soviéticos y por este trabajo, se le concedió el premio Nobel de Literatura en 1970 y fue exiliado de la Unión Soviética en 1974. Regresó a Rusia en 1994 y fue elegido como miembro de la Academia Serbia de Ciencias y Artes en el Departamento de Lengua y Literatura. Recibió al presidente Putin en su casa en junio de 2007.
[8] Michel Foucault (1926 - 1984), filósofo y psicólogo francés y profesor de la cátedra Historia de los sistemas de pensamiento en el Collège de France de 1970 a 1984. El trabajo de Foucault ha influido a importantes personalidades de las ciencias sociales y las humanidades en Europa y Estados Unidos
[9] Otto von Bismarck (1815 - 1898) llamado el canciller de Hierro, fue un político prusiano, artífice de la unificación alemana y pieza clave de las relaciones internacionales de la segunda mitad del siglo XIX.
[18] William Graham Sumner (1840-1910), académico y profesor norteamericano, de Yale. Por muchos años mantuvo la reputación como uno de los profesores más influyentes del Colegio.
[19] Thorstein Bunde Veblen (1857 –1929) sociólogo y economista noruego-norteamericano. Fundador, junto con John R. Commons, del movimiento Institucional economista. Fue un crítico del manejo de la economía norteamericana y su libro más famoso fue La teoría de la clase ociosa de 1899.
[20] Lester F. Ward (1841– 1913) botánico, palentólogo y sociólogo norteamericano. Fue el primer presidente de la Asociación Sociológica Norteamericana. Nació en Joliet, Illinois.
[21] John Dewey (1859 –1952) Norteamericano, filósofo, psicólogo y reformador de la educación. Junto con Charles Sanders Peirde y William James, es reconocido como uno de los fundadores de la escuela filosófica del Pragatismo.
[22] John Fiske (1842 - 1901), filósofo e historiador norteamericano. Graduado de Harvard en 1863 y de la Escuela de Leyes de Hartar en 1875. Se dedicó a la divulgación de la interpretación del trabajo de Darwin , y escribió varios libros y ensayos sobre el tema.
[23] Laissez-faire es una frase francesa que significa "déjalo hacer". Es un término francés usado por los economistas agrarios del siglo XVIII como mandato contra la interferencia gubernamental con el comercio. Es usado como sinónimo de la economía del Mercado libre durante principios y mediados del siglo XIX
[26] Herbert Spencer (1820 –1903) filósofo ingles y un teórico importante en el tema de la política clásica-liberal. Spencer elaboró una concepción de la evolución que abarcaba todo como el desarrollo progresivo del mundo físico, de los organismos biológicos, de la mente humana, de la cultura y las sociedades.

miércoles, 27 de agosto de 2008

sobre el texto de darwinismo

Les aviso que el texto lo subo mañana, porque lo tengo en la oficina. En casa tengo un texto no revisado, así que prefiero subir el que ya tiene una revisión.
Mañana lo verán por acá, mientras tanto disfruten esta maravilla...
La bellísima música de Tchaikovsky

y este otro video:


domingo, 24 de agosto de 2008

Visita virtual al Museo de W. B. Yeats


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Escena del montaje de la obra:
Cathleen ni Houlihan