1) La concepción freudiana del id y de los aspectos pre-concientes del ego, localizados en la mente humana brindaron una explicación científica para lo que previamente había sido considerado sobrenatural, irracional o demoníaco. Esto hizo posible hacer combinaciones entre los estilos realista y no realista del drama
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2) La visión freudiana de la personalidad impulsó mayor interés por las complejidades de los motivos en el drama. En parte, estas teorías reforzaron las de Darwin, dado que en ambas perspectivas las motivaciones estaban explicadas por la constitución natural y las presiones del ambiente. Pero el enfoque freudiano también produjo un incremento en el interés por el papel del comportamiento inconsciente. Muchos dramaturgos, posteriormente usaron un enfoque pseudo-psicológico en sus obras colocando comportamientos anormales y luego revelando gradualmente las causas detrás de éstos.
3) Los impulsos sexuales, que previamente eran tabú en el drama, se volvieron cada vez más importantes. Obviamente las implicaciones sexuales se encuentran en muchas obras anteriores a la época de Freud, pero, por lo general, se encubrían estos temas con un estilo fársico o distanciadas por medio de otros artificios. No se encontraba ningún tratamiento serio y directo del sexo previo a la época moderna. La visión freudiana del fracaso en encontrar canales satisfactorios para la sexualidad y agresividad que conduce a comportamientos desviados y a la violencia, subyace en una parte importante del drama contemporáneo.
4) Los estilos no realistas iban a estar muy influenciados por el énfasis freudiano sobre el subconsciente –reservorio de instintos básicos que se suprimen a través de varias estrategias. Los surrealistas iban a sugerir que la verdad fundamental solamente puede ser intuida durante los estados somnolientos cuando los censores de la mente consciente están adormecidos.
5) Muchas técnicas no realistas están justificados porque reflejan procesos psicológicos. Como por ejemplo: cambios rápidos de tiempo y espacio, flash-backs (visión retrospectiva), sustituciones simbólicas, transformaciones de identidad o apariencia en las personas, lugares, objetos, organización a través de patrones asociativos, etcétera.
6) La visión freudiana del superego como residuo y censor de los ideales, hace que los valores sean dependientes de las presione sociales y de la personalidad más que provenir de alguna fuente absoluta. Así, la verdad moral se vuelve relativa, mutable e individual. La noción freudiana de que el superego censura al ego y al id, sugieren infinitas posibilidades para disparidades entre la apariencia superficial y las realidades profundas, entre “la máscara” y “el rostro”, entre los variados roles que asumimos. Consecuentemente, la verdad llega a ser enormemente compleja (quizá no se pueda llegar a conocer) ya que es difícil penetrar no solo las máscaras de otros sino también la propia.
Fuente: Oscar Brockett, bibliografía del curso.
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3) Los impulsos sexuales, que previamente eran tabú en el drama, se volvieron cada vez más importantes. Obviamente las implicaciones sexuales se encuentran en muchas obras anteriores a la época de Freud, pero, por lo general, se encubrían estos temas con un estilo fársico o distanciadas por medio de otros artificios. No se encontraba ningún tratamiento serio y directo del sexo previo a la época moderna. La visión freudiana del fracaso en encontrar canales satisfactorios para la sexualidad y agresividad que conduce a comportamientos desviados y a la violencia, subyace en una parte importante del drama contemporáneo.
6) La visión freudiana del superego como residuo y censor de los ideales, hace que los valores sean dependientes de las presione sociales y de la personalidad más que provenir de alguna fuente absoluta. Así, la verdad moral se vuelve relativa, mutable e individual. La noción freudiana de que el superego censura al ego y al id, sugieren infinitas posibilidades para disparidades entre la apariencia superficial y las realidades profundas, entre “la máscara” y “el rostro”, entre los variados roles que asumimos. Consecuentemente, la verdad llega a ser enormemente compleja (quizá no se pueda llegar a conocer) ya que es difícil penetrar no solo las máscaras de otros sino también la propia.
Fuente: Oscar Brockett, bibliografía del curso.
