jueves, 30 de agosto de 2007

Argumentos por revisar

La Mujer de Alan (1893)[1] de la francesa Florence Bell y la norteamericana Elizabeth Robins
[1]
Este drama abre con una escena de felicidad completa. Jean Creyke está felizmente casada con Alan, un minero que nunca aparece en la obra, salvo cuando otros trabajadores traen su cadáver de regreso a Casa. La Sra. Holroy, madre de Jean, deplora el hecho de que su hija se haya casado con un hombre pobre y poco preparado. Cuando ambas se enteran de la muerte de Alan, Jean está embarazada. La obra da un salto hasta el momento cuando la Sra. Holroy, reprende a su hija por descuidar al bebé que duerme en su cuna. El descuido es aparente ya que Jean ama a su hijo pero se enfrenta el dilema de permitir que su hijo, que nunca podrá caminar (quizá debido a la peligrosidad del trabajo del padre), viva en un mundo cruel o que ella se encargue de quitarle la vida, por lo que después de una intensa lucha subjetiva; Jean mata a su hijo y es entregada a las autoridades para finalizar su vida como un delincuente común.